Hay muchas formas de abaratar costos de alojamiento y comida a la hora de viajar y al mismo tiempo acercarse más a la cultura del lugar que visitas! Este es solo uno de ellos y se llama HelpX.
Hay muchas formas de abaratar costos de alojamiento y comida a la hora de viajar y al mismo tiempo acercarse más a la cultura del lugar que visitas! Este es solo uno de ellos y se llama HelpX.
¿Pero los dueños les dejaron la casa solo para ustedes? ¿A cambio de qué? ¿Cómo lo consiguieron? ¿House…que?
Relato para Eka ♥
Tenías casi un año y medio, ya caminabas bastante firme, tenías solo dos dientes abajo, pero durante esas semanas te habían salido cuatro dientes juntos arriba. Cuando la cuarentena nos obligó a frenar, estábamos en Suiza luego de haber recorrido Barcelona, allí donde comenzó este periplo que habíamos pensado sería el primero de muchos junto a vos.
Por Analía López ♥ De Suiza solo tenía una referencia en la mente. En la caja de fotos que siempre estuvo en la parte alta del placard de mis viejos, hay una postal de un paisaje de Suiza escrito de puño y letra por la hija de una señora donde trabajaba mi mamá y que de tantos años de conocerla se la había enviado -hace fácil 20 años- cuando estuvo en Suiza. Y eso es todo. Jamás pensé en pisar este país que hoy nos tiene protegidos y presos al mismo tiempo.
Por Gustavo Minnig ♥
Llegar a Ezeiza (EZE) fue cambiar el chip. Aunque hubo un “purgatorio” previo entre la entrada a la Terminal A y el ingreso a la zona de embarque, VIP (Priority Pass) incluido. La espera, el check in, el pasaje de ida, justificar la salida del espacio Schengen, la mochila y la valija que -siempre- pesan un poco más de los 10 kilos que exigen los vuelos low cost, los otros bolsos de mano…Hay un estrés pre embarque ¿no?
Nos salvó el traductor de Google que nos explicaba lo que significan las rayitas, ya que la caja, el prospecto…todo era en chino literal. Eso iba a cambiar nuestra vida. Si, es así. Ser madre o padre te cambia la vida, no es solamente un dicho. Y hoy hace un año a las 11.20 del 4 de Octubre de 2018 que nos sucedió.
Me llenaron de harina, huevo y lo que quisieran imaginar. Al fin me recibía! Ahí estaba la Licenciada en Información Ambiental con casi 28 años que hace un par de años había terminado de cursar en la universidad pero tenía la deuda pendiente de hacer la tesis final. Y al fin me había empecinado en cerrar esa etapa.
Me quedé parado a mitad de cuadra de la calle Suipacha al 500 mirando hacia ese negocio en el cual había trabajado -en forma independiente compartiendo el local- hacía varios años. Observé que estaban los mismos dueños y empleados -un poco mas avejentados- repitiendo las mismas rutinas, los mismos movimientos, parecía que charlando la misma línea de temas referidos al negocio y otros temas banales.